En su habitual columna en ESTRATEGIA (www.estrategia.cl)  Luis Riveros se refiere al hallazgo de que más de 350.000 personas declaran realizar actividades comerciales «informales», esto es comercio callejero.  Alude a este fenómeno como un «desempleo disfrazado», puesto que tales personas se declaran como «ocupados» en circunstancias que su situación está explicada por la pérdida de un empleo en el sector formal.  El efecto de la desaceleración económica en el bienestar se minimiza cuando se considera a este subempleo como una ocupación plena, lo cual es un fenómeno normal en toda economía.   Este desempleo disfrazado se ve más abultado por el ingreso de fuerza de trabajo secundaria al mercado laboral, ante la pérdida de su ocupación por parte del jefe de hogar, lo cual hace que se deba ser cuidadoso en el manejo de las cifras.  Esto es, no toda la ocupación en el comercio informal es desempleo, pero tampoco todo debe ser considerado empleo para los efectos de visualizar los efectos de una recesión o una desaceleración económica.     LEER ARTICULO