Concierto Inolvidable 26.05.14

26 de Mayo del 2014

CONCIERTO INOLVIDABLE

Luis A Riveros

Una generación sin memoria no puede vivir su presente y construir su futuro. La generación de los sesenta, aquella de los jóvenes chilenos que protagonizaron tantos sueños en pos una vida mejor en medio de un mundo difícil, tuvieron junto a esos ideales incubados en la solidaridad y el encuentro, una generación de músicos jóvenes llamada “nueva ola”. Y en días en que los medios de comunicación eran bastante más primarios que los de hoy, limitados esencialmente a la radio y la prensa escrita, esa generación de artistas inundó todo con la alegría de la música y su mensaje idealista y romántico que en la época constituyó una verdadera revolución idealista. Era ésta la señal de parte de una juventud que estaba entonces preocupada por problemas mayores, como la Guerra Fría, la conflagración del Vietnam, la existencia de tanta desigualdad e injusticia en nuestra América. Todas esas cosas se manifestaron en un mensaje, en que la música popular manifestó sueños de encuentro, de libertad y de real humanismo. Época en que el canto al amor fue el sendero elegido para expresar los sentimientos de una juventud desencontrada con la realidad imperante. Fue eso lo que explica porqué Rock, Dimas, Chilean, Richard, Casas, y tantos otros, brillaron con entusiasmo en la preferencia joven, y lo que explica porque después de tantos años, aún tengan no sólo el recuerdo sino la adhesión de una generación que ya está desapareciendo, pero diciendo que aquellos ideales que vivieron son todavía vigentes y necesarios. No fue la Nueva Ola un canto a la frustración, sino a la esperanza; no fue señal de confrontación, sino de encuentro.

La película “”Un Concierto Inolvidable” concertó a la generación de los años sesenta a un reencuentro de su historia con los ideales vigentes; un remanso para recordarnos cuan humanos somos. Por eso, cuando terminó la proyección en la sala del cine, el público no se movía de la sala; había la sensación de que continuaría. Sobre esto, muchos dirán: “cuestiones de viejo…”. Pero no hay que olvidar nunca que la historia y la tradición son parte vital de la fuerza para construir el futuro.

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